lo acaba al alba
metálico
empuñadura de plata
frío resplandor
zizea al rajar el aire
pero no se oye
luego crepita
pero no se oye
crepita en segundos extensos
alcanza a entibiar
inhala frío
exhala calor
alcanza a existir
una mañana
una mañana muda
que volverá a ser esperada
un retorno universal
que desvía el tiempo obtuso
su línea férrea
su ir firme al despeñadero
(¡qué vocación de ocaso!)
a un grito de alto
las calderas del infierno se apagan
las resonancias de la máquina
se extinguen en fade out
y aparece el territorio
con sus rumores de siempre
y que me trague la espesura
me degluya el misterio
renazca hecho un mito
transversal y arcano
local
una guaca celeste
como un rostro de piedra
un cóndor
una serpiente
una libélula
o el rugido del jaguar
que impugna un pensamiento
y subvierte los hechos
de una simple mañana
Páginas
lunes, 21 de abril de 2008
viernes, 18 de abril de 2008
pica me da tu treta
¿Estamos siendo engañados
por su prosa diplomada?
¿o son estos los enfados
de un Tuki sin mamada?
pese a tus chamullos
te voy a dar en el gusto
vuelvo con mis bríos
a enancharte el angosto
pica me da tu treta
de mentiras al voleo
a favor del culeo
siempre estará mi jeta
por eso tu blog chapucero
no merece aclaración
sino una buena ración
de mi hablar sincero
me acusai de cacho e paraguas
sin saber lo que es una enagua
no sabí na' e' transparencias
erí feo! ten un poco e' paciencia
según me han contado por ahí
con voh, sin luz y sin más remedio
que siempre es asunto serio
calchunchos rellenos con maní
son decires, son hablares
de féminas sin conciencia
¿las traiciona la experiencia
de conocer ciertos juglares?
por su prosa diplomada?
¿o son estos los enfados
de un Tuki sin mamada?
pese a tus chamullos
te voy a dar en el gusto
vuelvo con mis bríos
a enancharte el angosto
pica me da tu treta
de mentiras al voleo
a favor del culeo
siempre estará mi jeta
por eso tu blog chapucero
no merece aclaración
sino una buena ración
de mi hablar sincero
me acusai de cacho e paraguas
sin saber lo que es una enagua
no sabí na' e' transparencias
erí feo! ten un poco e' paciencia
según me han contado por ahí
con voh, sin luz y sin más remedio
que siempre es asunto serio
calchunchos rellenos con maní
son decires, son hablares
de féminas sin conciencia
¿las traiciona la experiencia
de conocer ciertos juglares?
jueves, 3 de abril de 2008
rage
En la República Fundamentalista de Chilistán –tal como bautizara mi amigo Chalo a "esta larga y angosta faja de mierda" (cito, porquer siempre me pide derechos de autor)– un tribunal de iluminatti acaba de decidir que decidirá en adelante por todas las mujeres del país, respecto de lo que pase con sus úteros.
El cristazo que justifican tamaña medida: la píldora del día después puede llegar a ser abortiva.
Me cago. No me dan ganas de discutir cientificadas, que si la vida comienza cuando te echas un polvo o cuando se biparte la célula que forma dos espermios, o cuando el feto tiene ojos. Blablabla. Me importa un pico.
Las preguntas que hay que hacerse son derechamente respecto de la legitimidad del aborto ¿una mujer que se hace uno merece ir presa? Según la manga de beatos que secuestran este país, sí, es una criminal equivalente a un asesino. Según yo y –según creo– cualquier persona con un mínimo de sentido común, eso es del todo absurdo. Ya es suficiente castigo pasar por eso. O sea, es obvio que hay que despenalizarlo, pero sigue imperando el control mental que hace que hasta el ciudadano más razonable y laico reaccione como si hubiese visto al demonio cada vez que se dice "aborto".
Aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto, aborto.
A cada rato, todos los días se practica uno, no porque estemos en crisis moral, sino porque es imposible tener más hijos en las condiciones actuales, y no existe una política pública que promueva en la cantidad y calidad necesaria la educación sexual y los sistemas de contracepción.
Aunque cliché, es verdad que nadie quiere hacerse un aborto, pero sin la pastilla esa, para muchas no va a quedar otra.
Imbéciles y mojigatos, no van a lograr cerrarle las piernas a nadie, porque sexo siempre ha habido y va a haber, en horabuena. Y abortos también, porque –pese a la moral imperante– nadie en su sano juicio permite que se le sojuzgue el cuerpo a partir de las consideraciones que curas sexualmente obsesos conjuran para hacer sostenible su castidad... o para mitigar su culpa, su maldita culpa.
El cristazo que justifican tamaña medida: la píldora del día después puede llegar a ser abortiva.
Me cago. No me dan ganas de discutir cientificadas, que si la vida comienza cuando te echas un polvo o cuando se biparte la célula que forma dos espermios, o cuando el feto tiene ojos. Blablabla. Me importa un pico.
Las preguntas que hay que hacerse son derechamente respecto de la legitimidad del aborto ¿una mujer que se hace uno merece ir presa? Según la manga de beatos que secuestran este país, sí, es una criminal equivalente a un asesino. Según yo y –según creo– cualquier persona con un mínimo de sentido común, eso es del todo absurdo. Ya es suficiente castigo pasar por eso. O sea, es obvio que hay que despenalizarlo, pero sigue imperando el control mental que hace que hasta el ciudadano más razonable y laico reaccione como si hubiese visto al demonio cada vez que se dice "aborto".
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A cada rato, todos los días se practica uno, no porque estemos en crisis moral, sino porque es imposible tener más hijos en las condiciones actuales, y no existe una política pública que promueva en la cantidad y calidad necesaria la educación sexual y los sistemas de contracepción.
Aunque cliché, es verdad que nadie quiere hacerse un aborto, pero sin la pastilla esa, para muchas no va a quedar otra.
Imbéciles y mojigatos, no van a lograr cerrarle las piernas a nadie, porque sexo siempre ha habido y va a haber, en horabuena. Y abortos también, porque –pese a la moral imperante– nadie en su sano juicio permite que se le sojuzgue el cuerpo a partir de las consideraciones que curas sexualmente obsesos conjuran para hacer sostenible su castidad... o para mitigar su culpa, su maldita culpa.
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