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viernes, 29 de agosto de 2008

Episcolario: periodistez

Don,

espero estés en Honolulu reconsiderando tu vida o al menos buscando culpables por algunas decisiones absurdas, como por ejemplo haber "estudiado" periodismo. Lo digo, porque estos días he vuelto a la periodistez, seducido por 100 lucas por una entrevista para una importante revista nacional que prepara un especial por los 35 años del golpe (no diré cuál es para –parafraséandote– no ser googleado en mi contra).

Pensé que era cosa de llegar y hablar con un tipo usando mis frondosos conocimientos acerca del periodo, adquiridos en charlas ociosas y regadas en los parques de nuestro amado campus oriente (mi quinta de recreo) acerca de los errores, el porvenir y el sentido de la izquierda (siempre en tono profético, ascético o ambos). Pero no, llego a la entrevista, producida por el equipo de la revista, y el entrevistado se niega a hablar sobre su experiencia personal (que es el leimotiv del asunto), así que métale hablar cualquier otra cosa por si bajaba la guardia. Como no funcionó, me tocó la labor más ingrata del periodista (a parte de no tener vida personal ni tiempo libre): llamar por teléfono para que alguno de los señores políticos se dignara a atenderme, más encima en plazos ajustados y fatales. Se me había olvidado lo ingrato del portazo en la cara, el ninguneo y la voz de agote ante mis llamados, pero peor aún, se me habían olvidado las fórmulas de relaciones públicas rastreras que hay que adoptar para conseguir el vil objetivo reporteril. Para colmo, la vez que Memo me podía ayudar y no yo a él, se fue por el wc y no pude contactarlo.

Sin embargo, al final lo conseguí, y a menos que la grabadora haya fallado, tengo in the pocket la cochina plata, que a esta altura me parece igual de mal pagada que siempre (en celular me habré pitiado un 20%), y la seguridad de no haber marrado en la decisión de jubilarme anticipadamente del oficio, pues esto es una recaída transitoria, hija de la necesidad y la pobreza (que siendo tan cristiana tiene cara de hereje).

También he avanzado en el proyecto de traducción al inglés de expresiones chilenas. A continuación te doy cuenta del acervo alcanzado (las últimas dos las conocías):

  • Where do you see it = adónde la viste
  • Jump to the side = salta pa'l la'o
  • I want pure give to you = quiero puro darte
  • Dick in the eye = pico en el ojo
  • Rich it suck = Lopachu corri
  • I'm not neither hier = No estoy ni ahí
  • Pussy = chori
  • Cumb the carpet = peinar la alfombra
  • Eat him the color = Comerle la color
  • Make her the tricks = hacerle los trucos
  • Ingroup her = engrupirla
  • In lo absolutly = en lo absoluto
  • Press round = conferencia de prensa
  • Speak to the country = dirigirse al país
  • Never well ponderated = Nunca bien ponderado
  • Put it in knowledge = Ponerlo en conocimiento
How stay I, Godoy?

Lo último, que no te avergüence confesar los placeres onanistas, pues es sabido que el primer amor nunca se olvida.

Bonus Track: me encontré con Chato en la calle, y pese a que se autoninguneó por su nueva pega en un joldin radial (algo así como bilbiotecario de audios), se veía bastante bien. Estaba delgado, bien vestido y sonriente. Practicaba una arte marcial tibetano. En fin, ni la sombra de nuestro amigo de aquellos años en los que le colgaba esa mochila que parecía paracaídas del ejército salvadoreño y vestía esas poleras de grupos rock espantaminas UC.

jueves, 28 de agosto de 2008

Episcolario: facebook

Andrés,

Facebook es algo con lo que me topé hace cuatro años, cuando estudiaba en una universidad gringa. Lo miré porque todos mis compañeros 10 años más jóvenes lo usaban como si fuera el mejor invento desde correrse la p… (dale con el tema. Voy a parecer monotemático así que las referencias a masturbarse se acaban acá). Mi primera impresión fue que, o me estaba volviendo más viejo, o las nuevas generaciones son aún más huevonas de lo que pensaba. La adicción a la pasta base entre sus padres fue más frecuente de lo que sospechamos y hoy vemos las consecuencias en sus retoños. Probablemente la respuesta sea una mezcla entre ambas. El punto es que no le encontré la gracia a meterse a una página para ver fotos de otras personas, algunas carentes de todo pudor y sentido de la dignidad, así como esas frases a las que aludes: "Nicolás está descansando en casa", "Rodrigo necesita vacaciones", "Luis se está corriendo la p…" (perdón, no lo puedo evitar). Después de un estudio acabado de 30 minutos concluí que Facebook es una gran base de datos que contiene los nombres e información personal de la gente más huevona del planeta. Supuse en ese momento que se trataba de un truco de Dios para decidir, una vez llegado el Apocalipsis, a quiénes mandar al infierno sin necesidad de ponernos a todos en fila y revisar nuestros prontuarios. Piénsalo, hasta el nombre es idiota. "Face" y "book". El único "feisbuk" que conozco es el que usa Gendarmería para sacarle fotos de frente y perfil a su clientela.


Es así como, fiel a mi inconsecuencia crónica, el año pasado me inscribí en la paginita, cual viejo que comienza a usar la palabra "chori" dos décadas después que pasó de moda. Tuve que tragarme mis palabras, en especial cuando le dije a una amiga de ambos que "Facebook es el refugio de todos los pedófilos en busca de amigos menores de edad". De un día para otro, me di cuenta que ya sumo más de 100 amigos, lo que en el mundo real de gente con vida suena a harto, pero en Facebook me sitúa como una de las personas más impopulares junto a Pol Pot y Jack el Destripador. En Facebook, no eres nadie si no tienes más amigos que Roberto Carlos. La cosa es que ya me he familiarizado con el sistemita y lo uso para lo que todos lo usan: buscar compañeras de colegio para determinar si siguen ricas y ver si las personas a las que alguna vez les deseaste mal continúan vivas pese a todas tus maldiciones, vudú y males de ojo. Ya agoté mi círculo de amigos de primera, segunda y tercera división y ahora estoy en búsquedas del tipo: "¿Cómo se llamaba ese pendejo con que iba al jardín infantil? Ese que me pegó con su camión de plástico en la cabeza y me dejó con la cicatriz que todavía se me ve si me corto el pelo" o "¿Cómo se llamaba la ex de XX? Te apuesto que todavía tiene el par de tremendas…".


También envío y recibo "friend requests" de gente con la que no me gusta que me asocien y de la cual ni siquiera me interesa ver sus álbumes, pero no tengo corazón para rechazarlas. Busco fotos de mis amigos y lo único que encuentro son imágenes de guaguas ("Jorge conoce la playa", "Andreíta en su primer día de colegio") y me siento más viejo y desconectado. También intento localizar gente que no he visto en diez años y una vez que nos hacemos "friends" seguimos sin hablarnos por otros diez años. Creo que en un tiempo más van a tener que inventar otro Facebook para ubicar a la gente con la que ya no te hablas en Facebook. Por último, están esas encuestas que te hacen dudar de qué tan bien conoces a las personas. Cuando un buen amigo te invita a participar en cosas como "¿Qué tipo de piscola eres?" te preguntas si la caída del pelo también implica la pérdida del sentido del humor.


Lo de escribir y leer es tema aparte. Me parece genial. Tuve esa misma revelación hace unos años y me puse a leer ficción como enfermo. Decidí que era mejor volver a meterse en novelas que seguir los casos Inverlink o Spiniak (Inver… ¿qué? Spin… ¿qué? Nadie se acuerda y a nadie le importa) o escuchar la último declaración del ex – Presidente megalómano que todavía se cree Presidente. Ahora me mantengo algo informado por razones de trabajo pero miro de lejos cómo la gente en mi oficina se desvive por encuestas y declaraciones que a nadie le van a importar después de las presidenciales en noviembre.


El hábito lo tuve que interrumpir luego de venirme a EEUU y comenzar a preocuparme de cosas triviales como estudiar y trabajar. Hace un par de años lo reanudé y hoy me compro más libros de los que alcanzo a leer, cual Imelda Marcos coleccionando zapatos. También volví a escribir y de no ser por las primarias, tal vez ya habría terminado una novela de la que llevo como 120 páginas, un récord para un flojo como yo. Aunque muchos dicen que no sirven para nada, me compré un libro sobre cómo escribir de Walter Mosley (entre paréntesis, un escritorazo, muy entretenido. Debieras buscarlo. Te aseguro que encuentras sus novelas en las librerías del Drugstore) y me ayudó con la disciplina de sentarse a tipear. El tipo no te enseña lo imposible de enseñar (si escribes libros como Coelho y poesía como Arjona, lo más probable es que sea una condición crónica), sino que da consejos para organizarte, que es lo que más se necesita cuando haces cosas que no son por obligación ni tienen plata de por medio. En resumen, un libro de autoayuda sin tener que reconocer que leíste un libro de autoayuda.


Ok, ahora me largo. Me salió el viaje a Hawai así que ya me estoy probando camisas floreadas para partir la próxima semana. Un gran abrazo y estamos hablando.

Saludos,
GB.

martes, 26 de agosto de 2008

Episcolario (r-2)

Estimado,

agradezco tu saludo cumpleañero, y aprovecho para hacerlo con todos quienes se pronunciaron a través de las nuevas tecnologías. Eso me hace pensar en el fenómeno facebook. Ni en los eneros de cuando tenía casa con piscina tuve tantos amigos. La verdad me hice la cuenta sólo por la curiosidad de ver los retratos que cada cual se pone en su perfil (la vanidad es cosa seria), y al final –debo confesar– de cuando en vez me quedo paseando por los pasillos y salones virtuales de la comunidad de mis conocidos. Creo que el éxito de este medio se debe a la imposibilidad de hacer vida social de verdad, lo que se acentúa por la capacidad que ofrece para maquillar nuestras pequeñeces. Es al menos curioso leer los estatus de la gente. No entiendo por qué algunos ponen los aspectos más prosaicos de su vida en el conocimiento general ("XXX is haciéndome un pan con palta"), ni a otros que parecen entender la palabra "estatus" en su sentido más amplio ("XXX is meeting girls and doing buisiness in London"). Deberíamos ser todos más sinceros y poner "estoy aburrido" o "estoy sin amigos", "robando horas de trabajo" o "viendo porno", porque por algo nos gastamos la vida frente a un computador.

Sí, es cierto, he tenido el blog en estado de hibernación relativa, pero eso es el reflejo de lo que acaece con mi persona. 2008 será recordado como el año cuya máxima ambición fue trabajar poco y dormir siesta. Cumplí 30 hace 3 años, y en ese entonces fue cuando hice la retrospectiva y los propósitos para la década en curso, y según mis cálculos me alcanza el tiempo demás si me afano a partir de los 37. Por suerte no soy cristiano ni megalómano. Sino capaz que me habría detenido en todo lo que hizo don jeshu, lo que me habría quitado preciosos minutos de sueño en pensar en azotes y sus recompensas.

Otra actividad reposada de la que me enorgullezco es la de haber estado leyendo novelas y cuentos. La principal consecuencia fue una cierta dosis de rabia por haber perdido el tiempo leyendo tanto diario, revista y en general basura periodística. Es cierto que gracias a ella he podido opinar en los asados, pero no me ha servido mucho más. Al cuerno con la actualidad. Tanta lectura también me ha devuelto cierto gusto por escribir. Es más, por primera vez en mi vida terminé un cuento. Lo publiqué en este blog, pero después me bajó la ambición y lo mandé al concurso de la revista paula, por lo que bajé ipso facto de este medio. No sé como me irá, no tengo experiencias en ese tipo de ambientes, donde parece ser la maña estilística la norma para aspirar a un reconocimiento, pero al menos no me dio verguenza alguna, ni siquiera cuando lo mandé por correo, y la funcionaria me deseó suerte con una mezcla de auténticas simpatía y ternura (pobre pelagato, ha de haber pensado).

La verdad descubrí que me encantaría ser escritor, pero más que por ninguna otra razón, porque es un oficio que podría desempeñar bajo un palto, curao y/o en el horario en que me baje la soberana gana. Claro, habría que ingresar en un submundillo de corte y cortesanos, con su propia economía de conceptos ampulosos y palabrería academicista, zancadillas, genuflexiones, y francas y claras chupadas de pico (habrá que comentar el premio nacional de este año, otorgado a un poeta que recoje las migas del banquete de neruda y la mistral), pero me da igual, que tengo don de gentes, y la verdad no me afecta en demasía toda esa proterva mezquindad, por lo que tengo la fantasía de que eso me llegaría sólo de refilón.

In fact, pretendo escribir una obra de teatro sobre Fernando Pessoa, un poeta portugués de puta madre, bien desconcertante, creador de los "heterónimos", que son otras voces poéticas totalmente idependientes del autor (ortónimo), con biografías y tesis literarias propias y consistentes, que incluso discuten las del propio Pessoa. He estado leyendo sobre él, y creo que podría interesarte. Tiene una mezcla de timidez neurótica e intelecto megalómano que lo hace muy excepcional. No te suene la cadencia del idioma portugués, en su versión brasileña y sensual, que el tipo es un denso más o menos, cuyo proyecto literario fue el drama em gente, en el que uso como escenificación todos los canales de producción y difusión de literatura de Lisboa.

Con ideas así, se me ocurren estupideces. Por ejemplo, otro proyecto podría ser seducir al mercado anglo parlante (al menos de los gringos interesados en América Latina), introduciendo en su lengua algunas expresiones chilistaníes que creo que tendrían gran éxito, como por ejemplo popularizar el viejo "ponerlo en conocimiento" (put it in knowledge) o el "nunca bien ponderado" (never well pondereted). En eso me podrías ayudar, creando –qué sé yo– un diccionario bilingue de expresiones procaces provenientes del último pelo del culo del mundo (¿cómo lo traducirías?).

En fin. No te quito más tiempo con devaneos.

Salú


viernes, 22 de agosto de 2008

Episcolario (reloaded)

Estimado Andrés,
Te saludo con atraso en tu cumpleaños pero te saludo y te deseo lo mejor igual. La culpa de mi impuntualidad la tiene el trabajo. Me gustaría también echarle la culpa al huso horario, pero las zonas van de izquierda a derecha (y creo que Chilistán y Washington están en la misma) en vez de arriba abajo, del Primer Mundo al Tercero, como debiera ser. De todas formas, si piensas que EEUU está 5 billones de años luz más adelantado que Chilistán en todo aspecto, considera mi saludo como un mensaje anticipado.

¿Qué has estado haciendo? Veo poca actividad en tu blog, aunque para ser francos nunca hubo mucha salvo por los partidos de fútbol. Yo estoy tratando de irme de vacaciones a Honolulu pero como el tiempo disponible es escaso y mi jefa me está poniendo cara de culo. Seguramente tiene miedo que una vez que pise tierra en Hawai, vea las palmeras, la playa y las polinesias meneanando sus caderas como una foto Polaroid a punto de revelarse, se me haga agua la boca, me den ganas de chupar y en el tiempo que me toma bajar dos piña coladas toda la ética protestante trabajólica que se me ha impregnado estos últimos años sucumba ante mis genes tercermundistas. De esa isla no me sacan ni con un tsunami.


Por ahora debo apoyarme en las técnicas de abstracción budista que aprendí en el colegio y perfeccionamos en la universidad de escuchar sin escuchar y pensar en cualquier otra cosa menos en lo que debiera. Eso y correrme la paja, un placer que ni el más neoliberal de los regímenes de trabajo me va a poder quitar. Llevo mi propia máquina de realidad virtual colgando entre las piernas. Ni siquiera la influencia sodomito-pedófila de una formación nominalmente católica pudo quitarme el gusto por el onanismo, el mismo que obliga a Memo a persignarse por cortesía de Silva Henríquez cada vez que se pega una macaca. Últimamente le he dado hartas vueltas al asunto y he llegado a un argumento teológico irrefutable: si Dios no hubiera querido que nos corriéramos la paja, nos habría dado brazos más cortos. Creo que una máxima así podría tener buena recepción al menos en los jesuitas o, como a mí me gusta llamarles, "la orden religiosa cuyos miembros subliman su deseo de sodomizar niños a través de la lectura".


¿Sigues trabajando en la consultora? ¿Qué proyectos has estado haciendo? Viajo a Chilistán en diciembre y me quedo hasta enero, después me voy a Argentina a pasar el mal rato y finalmente vuelvo a EEUU a mediados de mes. ¿Tienes algún plan de viaje? ¿Por qué no consideras un paseíto por acá? Tienes donde quedarte y lo único en que gastarías serían pasajes y si le quieres llevar un regalo a alguien.


En fin, sé que es viernes y estás pensando en cosas más atractivas que esta marea de letras. Espero que sigas celebrando el fin de semana y recibe un gran abrazo.


-GB