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domingo, 21 de octubre de 2007

implacables!

Se veía venir, se veía venir... y se vino: LQFC dio cuenta de Chuleta en una faena perfecta: 9 - 4, el resultado final.

Tres fueron las claves del triunfo quesístico: un orden defensivo con muy pocos ripios, profundidad en la salida, y la incorporación de tato, que estuvo simplemente soberbio, haciendo honor a su prosapia (el tipo es descendiente directo de los arellano fundadores del colo).

Pese al primero gol de chuleta (taipín), quesos mantuvo la confianza en su esquema táctico y siguió jugando con tranquilidad. Ésta rindió frutos cuando un sambombazo de tato literalmente infló las mallas del arco chuletero.

Quesos creció y desarmó el mediocampo rival, con una salida segura de los defensas, triangulaciones entre los mediocampistas y subidas de los laterales. Era una tromba, que no tardó en conjugarse en un segundo sambombazo de tato que dejó claro que quesos no estaba para sorpresas.

El tercero, también fue obra de tato. La mata cristóbal, pasa andrés, centro shop, y tato la empuja con fiereza dentro del arco. Con el tercer tanto, quesos bajó revoluciones y se dedicó a contener y salir jugando cuando se abrieron los espacios, así, en un desorden defensivo, chuleta logró descontar (taipín) y animarse a ir al arco rival . Fue su mejor, momento, pero no le alcanzó.

De a poco quesos volvió a la vocación ofensiva y bajo el expediente del picnic a la boca del área, cristóbal comenzó a brillar, despachándose una seguidilla de 5 goles, que lo ungen como un goleador de fuste. Además, en esa retahíla de cantos de gol, tato no podía sino poner su firma con otro golazo. Del otro lado, chuleta hacía aguas, pero a punta de pundonor pudo hacer dos descuentos más (nacho y cote).

Al final del encuentro, quesos se abrazó y retiró satisfecho, pensando ya en los asados y estrellas del futuro.

uno x uno

LQFC
Patolín: muy poco trabajo al arco, y en el mediocampo aplicó la pausa necesaria y fue factor de descuelgue.

Max: aguerrido y claro en la salida. Nunca perdió un mano a mano.

Christopher Klein: ya está dicho, un goleador de fuste, muy claro con el balón en los pies.

Andrés: táctico y trabajador, tapó toda salida por su lado.

Gabriel Klein: un perro de presa que agotó a sus marcas, dejándolas exánimes.

Tati: por el medio muy claro en la salida y en la entrega del balón, al arco, tapó dos o tres chimbazos con notable valentía.

Tato: también está dicho, lejos el mejor de la cancha.

Chuleta
Renato: deslucido e impreciso, aunque agarró moto un par de veces en busca del arco rival.

Pelao: el más sólido en defensa, pero no podía estar en todas.

El rancaguino: hábil con los pies, pero abusó del enganche y no fue frontal.

Coke: batalló hasta que una lesión menoscabó su juego.

Nacho: energético, pero siempre tuvo marca pegada en la espalda y no pudo hacer mucho.

Taipín: el mejor de chuleta, pero impotente frente a la tromba quesística.

Cote: grácil y juvenil, pero no pudo evitar la debacle. Eso sí, abusó de una maña de corte rioplatense.

7 comentarios:

renato dijo...

Las palabras están demás. La explicación del resultado pasa por las galletas. La de quesos, juega más que todo el resto del equipo junto.

Citizen Almeida dijo...

Tato no es en ningún caso una galleta. Es como si te dijera que Cote lo es, o que lo fue nuestro Daniel Cipagauta, aquel mítico arquero quesístico.

No busques excusas, logra convocar a los chuletas atemorizados (lucho, iván, taipei, si querí a pizarro e ivo) y afronta –sin llorar– los match que vienen.

Citizen Almeida dijo...

y acostúmbrate a tato que vino para quedarse.

asi es la cosa dijo...

me gustaria saber que pasaria si cambiamos a nacho por ivan,taipei por el rancaguino, y a lucho por taipin, por que sin lugar a dudas ellos los salvaron de una boleta historica y fueron por lejos los puntos altos del equipo, que ahora deberia llamarse galletas y no chuletas

renato dijo...

No si tienen razón, ganaron por el virtuosismo con el balón de Andres y Tati y por la felinas voladas de patolín (es de los que mas juega y lo tienen al arco).

No tengo problemas con las galletas, de hecho me agrada que los partidos se vayan haciendo más competitivos (para que no seamos tan mediocres). Lo que si aprendí es que las galletas de mi equipo las traigo yo.

asi es la cosa dijo...

sobre lo primero, no necesitamos ser virtuosos con el balón, basta con ser ordenados pa ganarles,
sobre lo segundo... nada que decir,
servira de experiencia pa los que no hacen nada por organizar la pichanga, no llaman pa confirmar, hay que andarlos persiguiendo, pero les encanta jugar

renato dijo...

No se mientan a sí mismos. Ganaron el partido porque jugaron con un jugador que está claramente sobre el nivel y, practicamente, jugaron con uno más. Lo del orden y la táctica es un mito que ustedes mismos se quieren vender.

De todas maneras nada que decir, ganaron y ganaron bien.