me he visto partir
mis espaldas
las he visto
como convidado
a su propio
entierro
y he partido
de a pie
gusto de artilugios livianos
y parajes anchos
y también de las huellas
que dejo
que las borre el tiempo
que las cubra el olvido
que gire la rueda
todo va a parar al viento
este idioma nuestro
las catedrales
las montañas escaladas
la especie humana
"vivo dentro de un ser humano"
y siento
olvido
y elijo qué recuerdo
todo está dentro
el frío cala los huesos
las mariposas invaden la guata
el desamor quiebra el alma
la vergüenza incendia las mejillas
el sexo es un rayo por la espalda
yo,
que soñé un lobo
soy un mono
que le puso nombre a la luna
y ladro
vivo en un siglo
habito un país
hablo el castellano
y soy consecuencia
de un tinglado que no comprendo
envuelto
no obstante
mis ojos
elijen qué ver
si al irme voy
o voy, yéndome
o regreso
me veo partiendo
–mis espaldas–
me quedé
en un aeropuerto
despidiéndome
y me veo al viento
2 comentarios:
También le veo, compare. Estos versos evocan imágenes clarísimas. En el camino que emprendes para verte y desde el que luego, con más distancia, pareces ver a cualquier ser humano (que sueña con lobos y es un mono que ladra, ¡genial!), veo tu paisaje de artilugios livianos y parajes anchos, tu forma de vivir.
Da gusto leerlo y releerlo. Las imágenes no se agotan fácilmente.
¡Enhorabuena por esos versos!
Pastelero:
me honra tu comentario, gracias de corazón, y me acuerdo de aquella jornada en valparaíso en la que buscando una merluza que comer, sólo encontramos bares donde beber.
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