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viernes, 25 de enero de 2008

Episcolario 6

Por GB, desde Iuneit Esteit

Andrés,

Trabajar dignifica, pero no trabajar dignifica todavía más. Después de
todo, hay personas que han tenido un empleo estable por décadas y sin
embargo su productividad y aporte a la vida en el planeta valen lo
mismo que un billete de Metrópolis. No por tener trabajo vas a dejar
de ser un lastre al centro gravitacional de la Tierra, que es la
impresión que me merecen esos empleaduchos (y conocemos varios) a los
que les gusta sacar en cara que trabajan "todo el día" y que se sacan
"la cresta" trabajando. ¿Para qué sacarse la cresta?

Sé que hay gente que se realiza a través de su trabajo, que le encanta
su pega y para la cual cada día en la oficina es un desafío. Aunque no
comparto su opinión, la respeto. La respeto tanto como a la gente que
cree en los ovnis. Es decir, no la respeto pero finjo aceptar su
postura y me digo a mí mismo que "están en su derecho" pese a que no
los entiendo (y no, en realidad no están en su derecho de pensar
huevadas). ¿Cómo puede tu felicidad depender de tu trabajo o bien cómo
tu trabajo va a ser parte tan importante de tu felicidad?

Tampoco comprendo a los tipos que se ufanan de su puntualidad o de
nunca enfermarse ni haber "faltado un sólo día al trabajo". ¿De qué te
sirve llegar temprano 15 o 20 minutos antes y cuando dan las 9 de la
mañana tener todo listo para empezar el día? ¿A quién le importa?
¿Cuándo te mueras lo van a poner en tu lápida? Mientras fui a la
universidad en este país tuve una serie de trabajos distintos. En
todos ellos me hicieron pasar por un seminario de acoso sexual y otro
sobre la filosofía de la compañía (puros slogans y máximas de tarjeta
Village), sin contar la entrevista con recursos humanos para hablar de
mis "metas" y "objetivos". Después de esos lavados de cerebro dignos
del "Tratamiento Ludovico" de "La Naranja Mecánica", no puedo tomar en
serio ningún trabajo, sobre todo porque éste es el tipo de estupideces
que después copian en Chilistán para sentirse más país ABC1.
Actualmente tengo el mejor trabajo posible o al menos el mejor que
haya tenido en mi vida. Las condiciones son insuperables y hasta la
gente es buena onda pero si me das a elegir entre seguir trabajando o
vivir de alguna jubilación mágica, siempre voy a escoger la quimérica
segunda opción.

Uno de mis criterios para buscar empleo siempre ha sido, aparte del
sueldo, qué tanto me van a hacer trabajar. Mientras más alto el
primero y más bajo el segundo, mayor es mi felicidad. Nada de
satisfacción profesional, autorrealización o alguno de esos conceptos
estúpidos de libro de autoayuda. Mi felicidad se basa en cuánto tiempo
libre me queda para mis propias cosas, como leer, escribir, tomar
cerveza, practicar algún deporte, juntarse con amigos, la familia,
etc. Es decir, mi vida de lunes a viernes comienza a las seis de la
tarde, cuando salgo de la oficina.

Ezra Pound decía en su libro el "ABC de la Economía" (que no tiene
nada que ver con Abastible) que la jornada laboral no debe pasar de
las cuatro horas diarias. Por otro lado, Ezra Pound pasó gran parte de
su vida en un manicomio. Por lo menos al tipo lo encerraron a la
fuerza. Uno va a la oficina voluntariamente.

Saludos.

3 comentarios:

Citizen Almeida dijo...

ya te respondo como dios manda... bueno, ya te respondo, por ahora solo traer a la conversa una reflexión de un colega periodista deportivo arrepentido de su oficio: "amaba el fútbol, y creía que era un sueño que me pagaran por trabajar en esto (prensa deportiva), pero resulta que ahora (en turno de fin de semana) el fútbol me da lo mismo, es más, me carga".

Moraleja: no hay que transformar los placeres en deberes.

Antimoraleja: el tipo en cuestión era malo pa la pelota, y periodista, lo que explica en sí su infelicidad.

Pregunta: ¿existe un trabajo realmente placentero? Me imagino a Ronaldinho, al presidente lagos, a batman, a cualquiera "realizado" en su trabajo, y antes que ellos, me gustaría ser el sultán de brunei.

Eso

Juan Carlos Santa Cruz Grau dijo...

¿Estará conforme el Sultán de Brunei en su Rol (no digamos trabajo) de Sultán?

Recibir un sueldo sin metas ni plazos, independiente de la productividad, la asistencia o la puntualidad ... o un su defecto, recibir un buen salario, por un trabajo que ocupe solo algunas horas a la semana .... para dedicarse a los placer sin una obligación de por medio

(Me quedo con la moraleja .. no transformar un placer en un deber)

asi es la cosa dijo...

Recuerdo la primera pega en la que el proyecto me interesaba, llegue con ganas e ideas el primer dia, que me duraron hasta que conoci mi "estacion de trabajo" a 10 puestos de la ventana mas proxima, tenia que ir al baño para ver la luz del sol, mas encima en el proyecto estaban contra el tiempo, o sea, horas extras y mas lucas, pero en invierno eso significaba entrar de noche y salir de noche, eso de que la vida empieza cuando sales de la pega se me hacia evidente, por que no tenia vida.
Dure los 3 meses que duro el proyecto y sali huyendo.
Ahora mis exigencias han subido un poco, tiene que ser una pega interesante,(no una huea mecanica) con horario flexible aun que sean menos lucas, pero que deje tiempo pa una siesta, y sobre todo que tenga ventana, sin ventana NICA