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martes, 15 de enero de 2008

Episcolario 2

Por GB, desde Las Vegas


Querido Andrés,


Disculpa la demora en responder, pero por primera vez en mi vida digo la verdad cuando digo que "he estado ocupado". De hecho, he estado ocupado estos últimos tres años, que me imagino compensa lo desocupado que estuve (o estuvimos) los 30 años anteriores. Todavía no sé qué tan lejos vamos a poder llegar con ésto. La mala leche de nuestros correos privados es como los hongos: crece en lugares oscuros, pero muere a la luz del sol o el escrutinio público. No tengo idea qué prestigio o buena fama queramos proteger, pero mi intrínseca cobardía (y la tuya) hace que me controle y no diga nada que después pueda ser "googleado" en mi contra. Tengo la secreta y absolutamente irreal esperanza que algún editor nos descubra y quiera publicarnos, por lo que no se nos puede pasar la mano como en privado. En cierta forma, es como la ilusión del chileno pusilánime que es muy cagado para comprarse un boleto de Lotería y sin embargo sueña con ganársela, convertirse en millonario, hacerle un cara pálida al jefe y no volver a trabajar en su vida.


De todas formas, esa es la única esperanza que albergo y como sé que es inalcanzable, no me preocupo. Dejé de tener metas a los veinte años y desde entonces he sido medianamente feliz sabiendo que no participo en la carrera y que más bien soy uno de esos que mira a los tarados correr y, si me siento generoso, les extiendo una botella con agua por entre medio de la cadena humana de pacos que protegen el desarrollo normal de la maratón. De vez en cuando me río del que se cae de cansancio o del que respira por la boca y ya no da más, feliz en la seguridad del que no arriesga nada.


Como sabrás, hace poco anduve por la gloriosa República de Chilistán ®, donde ser tonto es un símbolo de estatus. Podría hablarte de cosas como el Transantiago y otros asuntos que como chilistaní en el exilio me resultaron novedosas, pero ese tipo de blancos dejémoselo a gente como Dino Gordillo o Bombo Fica.


Lo que sí hice como estudioso de nuestro país (uno de mis sueños frustrados es abrir una cátedra de "cultura chilistaní" en alguna universidad gringa) fue ver todos los matinales y en especial los programas como SQP y sus clones. Para acceder a la señal internacional de TVN acá, tendría que suscribirme a un paquete especial que incluye Univisión, Televisa, TV Azteca y todas las estaciones caribeñas y de Centroamérica que no sean piratas, por lo que llevaba harto tiempo sin exposición a la tele chilistaní y mi curiosidad era grande. Lo que más quería era ver en persona a toda esa gente que sigo a diario en LUN: Adriana Barrientos, Giovanni Ananías y la Rancherita, sobrenombre que me convence que a pesar de todo lo que pueda alucinar Andrés Velasco, para el 2010 vamos a seguir siendo subdesarrollados. Por más que nos hablen de proyectos bicentenarios y otras alucinaciones de pastabaseros con postgrado en Harvard, Chilistán jamás se va a convertir en Chilistown, un Hollywood pero con gente más fea.


Hace años que vengo diciendo que la línea del ecuador se movió al sur y ahora atraviesa Santiago. Ya no nos podemos reír de esos países que algunos descalificaban estúpidamente como "tropicales" porque nos hemos convertido en uno de ellos y no importa cuántos maletines literarios repartas, la cosa no va a cambiar. La lápida de cualquier esperanza que alguna vez tuve para Chilistán fue el constatar que ahora tenemos nuestra propia versión de ese programa en que una jueza con túnica y martillo resuelve problemas domésticos y cada cinco minutos hay que separar a la querellante para que no mechonee al marido que la engañó con la vecina.


Creo que estos programas sí dejan secuelas permanentes y los efectos son visibles. Después de años de no andar en Metro me encontré con que las nuevas estaciones parecen jardín infantil o por lo menos decoradas por niños con síndrome de Down, llenas de flechas de colores en el piso y en las murallas para indicarle a la gente dónde tiene que ir, pese a que las opciones son sólo dos. Lo único que falta es que pongan flechas de neón para que los usuarios sepan que la escalera mecánica que desciende sirve efectivamente para bajar de nivel. Si no hubiera escaleras, estoy convencido que la gente caería al andén en fila, como un juego de Tetris, pero con personas.


Los debates ya no son entre pipiolos y pelucones o la Concertación y la Alianza, sino entre pelolais y pokemones. Vamos a llegar a un punto en que la gente va a ir caminando por la calle, va a ver su reflejo en una vitrina y se va a poner a ladrar. No es que acá el gringo sea más inteligente (de hecho, no es el caso), pero es desolador ver cómo germinaron las semillas que plantó el Team Mekano.


En fin, eso me pasa por ver tele en vez de reconectarme con las bellezas turísticas de Santiago como las baldosas de Plaza de Armas, el Omnium y la pujante galería comercial de la estación de metro Escuela Militar. No sé si uno idealiza todo porque está afuera o porque sigue creyendo la propaganda goebbelsiana de los años 90 que nos repetía que Chilistán dejó de ser latinoamericano y que deberíamos comprarnos un terreno en Europa y cambiar al país de casa. De todas formas, creo que Chilistán no era así hace 10 o incluso 5 años atrás. No sé que me depare en mi próximo viaje, pero pienso que es una de las cosas que debiéramos comentar para una de nuestras próximas reuniones, en esos diez o quince minutos en que las cervezas todavía no hacen efecto.


La radio reloj de mi hotel me dice que son las doce de la noche, así que interrumpo esta transmisión. Un abrazo.

-GB.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Estimado GB, creo que nunca me había sentido interpretado por tus pensamientos... Ahora te votaría para Presidente, si no fuera por que te dices fuera de cualquier carrera. Espero poder compartir un día con UDS. los quince minutos de lucidez antes de la chela y, por qué no, el par de horas siguientes.
Abrazos,

TC

renato dijo...

Andrés, miro tu blog con cierta frecuencia y la verdad es que después de las antiguas crónicas pichangueras este intercambio epistolar es de lo mejorcito. Los desafíos de payas igual están chistosos, pero los poemas mejor escribelos en un cuaderno y te los guardas para ti. Respeto por la paciencia de tus pocos lectores.

Citizen Almeida dijo...

Estimado Guatón Impertinente:

gracias por leer el blog, si no te agradan los poemas, te los saltas y tan amigos como antes. Por suerte no tengo avisadores ni un compromiso con el público, ni vergüenza alguna.

Si te gusta bien, sino mala cueva, cierras la página y buscas minas en pelotas o haces cualquier otra actividad ociosa.

¿o te critico yo por como malgastas tu tiempo y cerebro?

renato dijo...

Andrés:

Esta bien es tu blog y puedes hacer con él lo que quieras. Aún así, no hay peor ciego que el que no quiere ver, ¿te has detenido en la cantidad de comentaristas que tienen tus poemas?

Citizen Almeida dijo...

Rena:

he recibido comentarios muy gratificantes, por vías menos públicas.

En todo caso agradezco tus opiniones y hasta tus exigencias, pero esta, simplemente no ha lugar.

No todo es jaleo y pachanga.